La importancia de salir de la sombra
El concepto «artista sombra» lo descubrí el otro día en el libro El camino del artista, de Julia Cameron, que estamos desgranando en conjunto un bonito grupo de, precisamente, artistas en la sombra 😅

Hace unas semanas empecé el libro —o manual, más bien— El camino del artista, de Julia Cameron. La lectura conlleva un programa de 12 semanas que, he de reconocer, ya probó una vez antes y no lo culminé. Es un libro referente entre artistas y creativos de todas las disciplinas que recomienda todo el mundo. Sin embargo, en mi primera lectura abandoné y cuando
propuso por aquí hacerlo en grupo y bajo su guía, no me lo pensé 🫶.Tenemos un grupo de Whatsapp y los domingos por la tarde (en España, porque para los del otro lado del charco es por la mañana), nos reunimos. Hemos creado un pequeño círculo de apoyo creativo en el que compartimos avances, dudas, resistencia y entusiasmo en nuestro camino como artistas.
Y en este proceso, en la semana pasada de lectura y commenting en la videollamada, descubrí que yo también fui —o soy— una artista sombra.
Y tú, ¿eres artista sombra?
Julia Cameron los describe como personas con una sensibilidad creativa poderosa que, por falta de apoyo o por miedo —más lo segundo que lo primero, creo—, no se atreven a llamarse artistas. Es más, ni siquiera saben que lo son.
Que levante la mano a quien no le hayan dicho en casa eso de “eso no es un trabajo de verdad”, o un “para vivir de eso hay que ser muy buena”, “eso son sueños infantiles que no dan de comer”, y un largo etcétera.
En mi caso, siempre fui nefasta para las matemáticas. De hecho, me aprobaron la asignatura con un 3,75 (sobre 10, para quien sea de fuera de 🇪🇸) y me pasé media vida escolar en clases particulares. Ahora lo pienso y digo: ¡qué maravilloso hubiera sido haber dedicado todas esas horas extraescolares a que me potenciasen la escritura, la lectura!, que era lo que de verdad me gustaba y siempre fui buena para ello.
Es por eso que, y esto también me resuena, los llamados artistas sombra solimos elegir carreras profesionales o trabajos que, indirectamente, rozan lo creativo. En mi caso, elegí ser periodista buscando escribir en mi día a día; algo que, actualmente como directora de marketing y comunicación hago y disfruto haciendo. Además tengo la suerte de que mi trabajo es creativo, y eso hace que esa fuente de creatividad interna salga por ahí.
Como yo, estos artistas sombra no siempre estamos frustrados con nuestra vida. Es más, esta funciona, pero siempre sientes que falta algo. Y lo que pasa es que tenemos nuestra creatividad interior apagada, pero nos conformamos con estar en la sombra. Hasta que ya no.
Buscar espejos donde reflejarse
Una de las cosas más bonitas de hacer este camino en grupo, al igual que lo fue compartir parte de mi proceso de escritura de la novela, es escuchar las historias de las demás y reconocerse en ellas. Ver cómo el miedo a exponerse, a ser “demasiado” o “insuficiente”, aparece en todas y cada una de nosotras en el grupo. Pero también cómo, al confesarlo, se disuelve un poco. Justo eso me pasa a mí también aquí, por eso me gusta escribir sobre ello.
Recorrer El camino del artista no es un reto de productividad. Es, ante todo, firmar un pacto contigo misma. En mi caso como escritora.
Es un recordatorio de que tu creatividad no tiene que estar justificada, ni tiene que ser rentable, ni siquiera publicable. No tiene que gustarle a todo el mundo. Solo tiene que encontrar espacio para salir de la sombra y respirar fuerte.
Creo que el mundo está lleno de artistas sombra que ni siquiera saben que lo son. A veces basta con una palabra de ánimo, un grupo o una comunidad como esta para que esa artista sombra aparezca y te hable bien alto.
¡Vamos, artista, crea! ¡Creemos! ¡Creamos!
Yo era como tu en las matemáticas, y es verdad que hay que potenciar los talentos en vez de pelearse con las debilidades, pero... cuando empece a ver la aplicación practica de las matemáticas y la he entendido intuitivamente... Hay que plantearse que hemos tenido muy malos profesores. Nada que ver con el tema, pero hay que dejar de fustigarse. Y vivan los artistas en la sombra!
¡Qué chulo suena lo del círculo de apoyo! Al final, para la confianza, y más en el mundo creativo, es fundamental tener una buena red personal que apoye, anime y acompañe (o te diga de vez en cuando «¡Espabila!»).
P. D. Tengo pendiente el libro, sin ser yo artista ni na. Pero creo que podría ayudarme a la hora de trabajar con mis autores en la editorial.