El miedo a publicar: confesiones de una autora novel
Ahora que, por fin, tras muchas idas y venidas, he firmado mi primer contrato editorial para publicar la novela con la que me estrenaré en el mundo editorial, os comparto algunos miedos de novel.
Si has escrito una novela, un cuento o lo que sea que otras personas vayan a leer —incluso un blog—, quizás reconozcas esta sensación que aparece cuando te planteas publicar. Es una mezcla de vértigo y euforia. Es emocionante, sí, pero también aterrador, para que nos vamos a engañar.
Compartir las historias que escribimos no es solo un acto creativo, como comentaba en este post sobre la necesidad de escribir, es sobre todo un salto al vacío, exponer nuestras ideas, emociones e incluso inseguridades. Sobre todo inseguridades, diría.
Tras muchas idas y venidas, y como ya he ido contando también aquí a través de las lecciones aprendidas en el proceso de buscar editorial tradicional, por fin ¡he firmado mi primer contrato editorial! 💃🏽👯 Contrato en el que se acuerda tener el libro publicado en los próximos seis meses. Ya estamos en el proceso de edición de la obra, por lo que esto ya es una REALIDAD. Realidad que ha disparado en mí ya todos los miedos 😬 , imagino que habituales en una autora novel.
El origen del miedo a publicar
Eso me ha hecho pensar:
¿Qué nos da tanto miedo a la hora de publicar una obra?
Y he preferido ponerme a escribir este post para analizarlo, en vez de dejar que el miedo y la inseguridad me conquiste 😅. Así he llegado a la conclusión de que hay tres grandes enemigos que acechan a cualquier autor novel. Y si no, pues solo a mí 😄.
Nota: el orden no altera el producto. Lo mismo da que da lo mismo 🤭.
El juicio ajeno: Publicar es abrir una ventana a nuestra intimidad creativa. Nos nos engañemos, la simple idea de que alguien te diga que no le gusta lo que has publicado, no le interesa lo más mínimo o, en conclusión, que lo considera una auténtica 💩, aterra. O peor aún, ¿y si no dicen nada? Pues igual: 💩, porque a veces el silencio puede ser más doloroso que la propia crítica.
El síndrome de la impostora: Madre mía esa p*** voz interna que nos susurra todo el rato:
¿Quién eres tú para llamarte escritora? ¿Publicar un libro? Lo comprarán amigos y conocidos, y por compromiso. ETC., ETC.
La comparación: Como la duda vive instalada en nosotras, o al menos en mí, una lee otros libros, incluso de autores noveles, y se pregunta constantemente:
¿Mi historia está a la altura? ¿Qué puedo aportar yo al mundo literario? Hay miles de autores noveles mejor que yo.
Pero ¿sabéis qué? Nos olvidamos de que muchos de los escritores consagrados que leemos también fueron noveles alguna vez, y lo mejor de todo: tuvieron las mismas dudas que tenemos nosotros ahora.
Cómo enfrentar el miedo de autora novel
Pues no lo sé, gente. No tengo una fórmula mágica, pero creo que estos pasos me pueden ayudar a avanzar, y espero que a vosotros también:
Aceptar que el miedo es normal: Publicar, de la forma que sea, es un acto de valientes, y todo acto valiente conlleva un riesgo. Reconocer que sentir miedo es normal, y eso no me hace menos escritora, es el primer paso.
Porque ser escritora te hace el simple hecho de escribir 🙂.
Hacerlo por mí y para mí: Recordé por qué empecé a escribir, por qué quiero escribir, y eso es suficiente. Lo que me lleva al tercer punto.
Separar mi valor personal del resultado: El éxito o fracaso de cualquier obra no define quién soy ni cuánto valgo (como tampoco lo hace el trabajo que me paga la vida). Ni como escritora ni, mucho menos, como persona. Este mantra debe ser un salvavidas cuando la duda me ahogue 🫶.
Encontrar personas que te den seguridad, pero también te digan verdades: Antes de enviar mi manuscrito a editoriales, lo compartí con una serie de lectores beta. Mi padre, como lector empedernido de diferentes géneros y estilos —que también lo compartió con mi madre—; mi amiga Sonia, quien desde bien jovencitas me animó a escribir e intentarlo, y ha seguido haciéndolo en esta travesía; mi amiga Mery —como lectora target de mi novela—; mi amiga Nani que, como mi padre, es una gran lectora, periodista y gran crítica 😅; la gran Soco, quien desató la chispa de mi Lola Barrios y me inspiró en el camino;
, a quien no conozco personalmente, pero compartimos espacio aquí y afición, y agradezco mucho su apoyo como lector beta; el amigo de mi chico, Jero, artista multidisciplinar (es actor, pinta, escribe); mi compañera en todo este proceso desde el minuto uno, ♥️ (escritora novel de fantasía también en construcción), y por último, después de todos ellos, la madre de mi amiga Mari Mar, Isabel J. Romero, autora publicada desde hace tiempo, quien me compartió un buen informe de lectura sobre mi novela que me sirvió para rematarla. Todos coincidieron en que la historia era buena, pero, por ejemplo, me faltaban descripciones tanto físicas como aprovechando la maravillosa localización elegida: Guadalupe, en Extremadura. O que había dejado sin cerrar una subtrama, y algunas otras cositas que me ayudaron a pulirla. Sé que mucha gente igual se molestó por no haber leído el primer manuscrito y tener que estar esperando a que se publique, pero hay que elegir bien a los lectores beta, y no todos los familiares y amigos pueden serlo. Tampoco gestionar demasiados lectores beta es bueno. En general, los comentarios de todos ellos me ayudaron a ganar confianza, pero también a ver que me quedaba trabajo por delante después de su lectura.
Mensajito para autores noveles
Si tienes miedo de publicar, quiero que sepas que no estás solo. Somos muchos así porque ese es un sentimiento compartido por quienes nos atrevemos a crear (lo que sea).
Publicar es un acto de generosidad: estás regalando al mundo una parte de ti, un pedazo de tu historia. Atrévete. El mundo necesita más voces auténticas, y la tuya es una de ellas. Da igual como publiques, o si te autopublicas, o si tienes un blog: no dejes que el miedo te silencie.
Confesión: en el fondo este post no va para vosotros, que también; pero sobre todo va para mí misma 😅.
Con 💖. Si te resuena, deja un comentario 👇🏽. O en cualquier caso, déjalo igual 😅.
Hola Cristina! Siempre me ayuda mucho leerte, cuando explicas los procesos internos y externos por los que vas pasando en esta aventura que es escribir para publicar. Te estoy súper agradecida por compartir tus experiencias. 🙏 Y me gusta mucho el tono sencillo y cercano con el que lo haces, además. 😊
Gracias!
Eres grande y vales muchísimo. Vas a triunfar. No dejes que nadie te diga lo contrario, ni si quiera tú misma. Has súper muchísimas piedras del camino, y muchos claroscuros, pero la luz está ahí. Ya la ves, la puedes sentir y tocar. ¡Enhorabuena, amiga¡ ¡Deseando leer en físico a mí Lola!